La bronquitis es una inflamación de los bronquios, que son las principales vías aéreas hacia los pulmones, y cursa con tos y expectoración. La bronquitis puede ser de corta duración (aguda) o crónica, es decir, que dura mucho tiempo y es recurrente. La bronquitis aguda, generalmente, sigue a una infección respiratoria, y afecta inicialmente a la nariz, los senos paranasales y la garganta, y luego se propaga hacia los pulmones.
Algunas veces, los niños o los adultos pueden adquirir otra infección bacteriana (secundaria) en las vías respiratorias. Esto significa que, además de los virus, hay bacterias que están infectando las vías respiratorias. Por esta razón, la bronquitis suele deberse, en la mayoría de los casos, a un catarro o a una gripe.
1. Riesgos de bronquitis aguda en los niños - Los bebés y niños pequeños tiene mayor riesgo de bronquitis, si sus padres fuman. - Si tienen una enfermedad cardíaca o pulmonar subyacente.
2. Riesgos de bronquitis crónica en los niños - La exposición al humo del tabaco es el mayor riesgo para los niños. El humo del cigarrillo, incluida la exposición pasiva prolongada al humo del cigarrillo, es la principal causa de bronquitis crónica. La gravedad de la enfermedad muchas veces depende de cuánto se haya fumado o por cuánto tiempo se haya estado expuesto al humo.
La bronquitis crónica también se conoce como Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica o como EPOC, para abreviar. El enfisema es otra variante de EPOC. A medida que esta afección se agrava, la persona presenta cada vez más dificultad para respirar, tiene dificultad para caminar o realizar esfuerzos físicos y puede necesitar oxígeno suplementario de manera regular.
La bronquitis crónica es una afección de larga duración. Para hacer el diagnóstico de bronquitis crónica se requiere que la persona haya tenido tos con mucosidad durante la mayoría de los días del mes durante por lo menos 3 meses. La contaminación del aire, ciertas ocupaciones (como la extracción de carbón, la fabricación de textiles y la manipulación de granos), las infecciones y las alergias pueden agravar la bronquitis.
Por lo general, no requiere tratamiento antibiótico. Para fluidificar las flemas, conviene que el niño tome mucho liquido. Si la tos fuera seca, conviene dar un antitusígeno. Por el contrario, si mientras tose elimina secreciones, no se le deben dar medicamentos para cortar la tos. Contribuyen a retener las flemas en los pulmones, situación que favorece la infección.
NO se necesitan antibióticos para la bronquitis aguda causada por un virus. La infección generalmente se resuelve espontáneamente en una semana. Se pueden tomar las siguientes medidas para lograr algún alivio como paracetamol para la fiebre, descanso y reposo, beber mucho líquido, utilizar un humidificador o vapor en el baño y NO fumar cerca del niño. Si los síntomas no mejoran, el médico puede recetar un inhalador para abrir las vías respiratorias y recetará antibióticos si cree que la persona tiene una infección bacteriana secundaria.
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